jueves, 31 de julio de 2008

LA SONRISA DEBAJO DEL SOMBRERO


Por un caminito alegre, paseaba bajo el sol, con su sonrisa admirable debajo de aquel sombrero.

Una mezcla de muchas cosas, el olor a café, el rico aroma de los Jazmines a lo largo del camino, los carros en la calle, los niños jugando, el viejo loco sobre el banco del parque, el cantar de las aves, los caballeros de fina estampa que la contemplaban al pasar y también yo.

Aquella sonrisa debajo del sombrero iluminaba cada espacio del lugar. Había soñado tanto aquel momento que sólo quería detener el tiempo ahí sin mas.

Contemplaba cada aspecto de su ser, y en él me fui envolviendo, cada minuto más. Imaginaba desde lo bonito que sería llegar a conocerla hasta lo agradable que sería la vida eterna por el túnel de sus piernas.

Caminaba como reina con una hermosa sonrisa debajo de su sombrero y ni mencionar aquellos ojos negros pues eran más bonitos que la sonrisa.

Era su piel multicolor, que a chispazos de sol aumentaba mi ilusión. Me han acusado de tener una mirada de mil rostros y pueden que tengan razón, pero nunca dejé de mirarla con el rostro del corazón.

Se hizo tarde ya, su caminar pausado llegó al final de aquel caminito alegre.

Todo sigue igual, el olor a café, el rico aroma de los Jazmines a lo largo del camino, los carros en la calle, los niños jugando, el viejo loco sobre el banco del parque, el cantar de las aves, los caballeros de fina estampa que la contemplaban al pasar, también yo y el recuerdo de aquella sonrisa debajo del sombrero.