sábado, 16 de abril de 2011

El día que se desató la guerra...


Cuenta la historia que había tensiones a ambos lados ya con las unidades de infanterías listas. Los sargentos daban la orden de fuego a sus pelotones que nerviosos se miraban unos con otro.


Armamentos desbocados abrían fuego desmesurados. Aviación encendía sus motores mientras cargaban de bombas sus alas. La marina avanzaba firmemente en dirección al centro. Los trabucos repicaban en el horizonte. Doctores y enfermeras listos para recibir heridos.


Un conflicto sin precedentes, que ni sumando la Primera y la Segunda Guerra Mundial, ni Hiroshima, ni Vietnam, ni la revolución Cubana, ni la guerra del Golfo y ni la guerra al terrorismo se acercan a lo que fue este combate belicoso.


Sin ánimos de dirimir disputas económicas, sin ánimos de controlar recursos naturales ni riquezas, sin ánimos de imponer un cambio de poder, sin ánimos de expandir imperios, sin ánimos de abolir creencias religiosas.


Fue un conflicto repudiable por un "sí puedes" y un "no puedes", una indecisión que por querer amarte puso en guerra a ambos Hemisferios de mi corazón...

Geisel Checo.- 16-Abr-2011