viernes, 24 de febrero de 2012

Valioso Cristal

En un mundo en el que en términos coloquiales se le llama Cristal al vidrio, tuve que volverme cristalógrafo en el preciso momento en que encontré aquel Cristal…
Resulta que un vidrio es amorfo en su composición molecular y un Cristal presenta una simetría regular que se produce siguiendo un esquema determinado, en forma y orientación. Así de bello era aquel Cristal, como el mejor conocido de los alótropos del carbono, El Diamante.

Imposible no fijarse y dejarse llevar por aquel Cristal, aun rodeado de vidrio para confundir y así no ser extraído por manos que no valoraran su entera composición y que le dieran un uso comercial y llevarlo solo como prenda.
Por eso lo encapsulé para que con mis conocimientos de cristalografía poder estudiar, contemplar, analizar, investigar, examinar, reflexionar y memorizar cada centímetro de aquel cuerpo de extrema dureza y alta dispersión de la luz.

Invertí incontables días, meses y años a su contemplación que hicieron de aquel Cristal un tesoro preciado para aquellas manos que antes mencioné. Luego de estudiarlo un mundo, lo estudié un poco más, tanto que perdí de vista el objetivo de estudio de mi hallazgo.
Nunca le demostré a aquel Cristal otro afecto más que convertirme en su admirador cuando debí convertirme en Gollum, aquel personaje del Señor de los Anillos que le decía “My Precious” al anillo. Debí sacarlo de aquella cápsula que forjé en mi mente para darle el lustre que merecía, debí pulir sus afiladas líneas para que describieran la manera en que la luz interactuaba sobre si. Debí, debí y debí pero no lo hice y pasó lo que tenía que pasar y en ese instante me convertí en un cristalógrafo inoperante.

Geisel Checo.-
24-Feb-2012