viernes, 29 de junio de 2007

No tan viejo.

Era un día de estival, en aquella hora en que el sol comienza a decorar la mañana, hoy será un gran día!!! se dijo para sus adentros. Un café, unas tostadas francesa y uvas frescas, ese será mi desayuno. Miró por la ventana y dió gracias al Creador, besó a su esposa que aún estaba dormida, recogió el periódico que estaba sobre la alfombra de la puerta de entrada, le llevó de comer al perro que en ese momento se encontraba en el patio.

Era hora de llevarle la leche al niño y fue entonces cuando todo cambió, -¿Papá, por qué eres tan viejo?- Inmediatamente el día no era tan perfecto como pensó y llegó a su mente aquella canción que dice: ♪ Están cayendo hojas blancas en mi cabellera...♪ -¿Por qué soy tan viejo?- he ahí la pregunta, y lo peor es que no tengo respuestas. Soy viejo con relación a su edad, pues sólo tiene 5 años, pero en general no soy viejo.

Cuando sale de la habitación se encuentra con su esposa en la cocina quien le dice: ya casi estás de cumpleaños amor, te estás poniendo viejo... MALDICION, pensó, -¿será un plan contra mí?- Pero si el perro es más viejo que yo, bueno, en años de perro, pero el caso es que nadie le dice al perro que se ve viejo o que se está poniendo viejo. -¿Qué te pasa amor, pareces atormentado?-, nada, no me pasa nada.

Suena el teléfono que obviamente contestó de muy mal humor, hijo pero buenos días, -¿no me digas que ya estás igual que tu papá cuando se estaba poniendo viejo?-, hola mamá, estoy un poco tarde, y le pasó el teléfono a su esposa.

Abre el periódico para ver que justamente hoy es el día internacional de la vejez, mejor no leo nada, estos periódicos solo tienen noticias malas, me voy a caminar. Cuando sale a la calle se encuentra con el vecinito que tiene 10 años, a ver Juan, -¿te parezco que soy viejo?-, Pues no don Manuel, usted se ve un poco más jóven que mi abuelito... Soy más joven que su papá y el muy mal parido me compara con su abuelito, que vea bien a su madre para que vea que tiene más arrugas que una pasa.

En lugar de caminar decide trotar para mostrarle al mundo que no es tan viejo, a los 725 pasos se detiene un tanto sofocado, pone las manos sobre sus rodillas y con la mirada hacia el suelo, cambia la vista a la izquierda, luego a la derecha en donde lee: Hogar Geriátrico. El portero le ofrece asistencia para ayudarlo a subir los escalones. El portero nunca supo por que lo golpearon.
Trota otros 368 pasos más, se sienta en un banco del parque, una niña que anda caminando le pregunta a su madre: mami, -¿por qué siempre hay viejos acostados en los bancos del parque?-

Cuando iba a pegarle con un palo a la niña despertó para darse cuenta de que estaba teniendo una pesadilla. Se tira de la cama y se cae, demonios, el sueño estaba mejor que mi realidad pues olvidé que a mis 85 años necesito el bastón para caminar.

Junio 30, 2007

2 comentarios:

wheatgerm dijo...

Hasta luegio

Joan Guerrero dijo...

Todos somos jóvenes por dentro.