En la altura de un quinto piso, observaba la lluvia caer y con ella mis pensamientos fluían. Al pensar que mis pensamientos fluían, veía como el desague hacía la función para el cual fue diseñado, dejar fluir el agua. Luego imaginaba coma esa agua se evapora y vuelve a caer, siempre el mismo ciclo. Que aburrido sería ser agua, excepto por el hecho de que es vida.
Despues de aburrirme de pensar en algo aburrido me di cuenta de que estaba en mi habitual rincón, la soledad, aun estando rodeado de tres personas me sentía en eterna soledad.
Con música desagradable, un olor desagradable y con compañía igual a las dos anteriores, deseaba no estar alli, mas sin embargo no tengo donde ir y si tuviera me fuera indiferente pues de igual modo estaría en mi habitual rincón, la soledad.
Aunque ponga de mi parte creo que siempre estare ahí, en ese rincón, como los edificios que divisaba desde mi altura, carecen de vida propia, la gente le da vida, pero por si sólos estan solos, vacíos, así como estoy yo, en mi habitual rincón.
Como de costumbre salió el sol, pero para mi seguirá lloviendo y lo peor es que me siento bien así, como si fuera mi destino, aunque estoy seguro que no todo este sentimiento es mi culpa, hay quienes me han ayudado a sentirme así, pero ese tema sería demasiado largo y no quiero sentirme inspirado para escribir eso, ya no.
No quiero que la gente sienta lástima por estas insípidas líneas, simplemente es lo que hoy siento y tal vez sienta por mucho tiempo ya que no quiero compañía aquí, en mi habitual rincón.
Julio 31, 2003
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