Hablaba con una amiga en común y le pedí que si la señorita X la llamaba le dijera que yo por ella pregunté, respondiéndome ella que eso sonó bien para una canción, y así mi pensamiento me fue llevando hasta mi mundo de ilusiones: Ella allá y yo aquí, aunque eso no hace la diferencia pues si estuvieramos los dos allá o los dos aquí todo sería igual, la tuviera cerca y lejos a la vez, intentando birndarle hermosos amaneceres, buscando un beso de su boca para saciar mi sed de amor, y nada...
Ella sabe que la considero excelente, que adoro sus ojos en los que se lee claramente la hermosura y la sensibilidad de su alma y que a su lado respiro un esplandor de gloria innegable, y nada...
Ya llegué al límite de mis sueños y aun así la última vez que la ví, como viento entre hojas me sentí, y nada...
Julio 29, 2004
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